EUCARISTÍA
La Eucaristía es el sacrificio mismo del Cuerpo y de la Sangre del Señor Jesús, que Él instituyó para perpetuar en los siglos, hasta su segunda venida, el sacrificio de la Cruz, confiando así a la Iglesia el memorial de su Muerte y Resurrección. Es signo de unidad, vínculo de caridad y banquete pascual, en el que se recibe a Cristo, el alma se llena de gracia y se nos da una prenda de la vida eterna. Jesucristo está presente en la Eucaristía de modo único e incomparable. Está presente, en efecto, de modo verdadero, real y sustancial: con su Cuerpo y con su Sangre, con su Alma y su Divinidad. Cristo, todo entero, Dios y hombre, está presente en ella de manera sacramental, es decir, bajo las especies eucarísticas del pan y del vino. Cristo: Dios y hombre. La Eucaristía es el banquete pascual porque Cristo, realizando sacramentalmente su Pascua, nos entrega su Cuerpo y su Sangre, ofrecidos como comida y bebida, y nos une con Él y entre nosotros en su sacrificio.
La Eucaristía es el centro y el motor de toda la actividad de la parroquia. Nunca debemos cansarnos de profundizar en el misterio que encierra, que es la presencia real del mismo Cristo ofreciéndose al Padre para nuestra salvación. Él nos ilumina con su Palabra, viene al altar y se nos da en alimento para que nunca más tengamos hambre.
EL DÍA DEL SEÑOR
La palabra «domingo» viene del latín dies Dominicus, que significa el día del Señor. Dios nos ha regalado todo lo bueno que somos y tenemos. También nos ha dado el tiempo, cada año, cada mes, cada semana, cada día, cada domingo. ¿No nos parece justo dedicarle a Él, como mínimo, tres cuartos de hora a la semana?
¡Qué importante es colocar a Dios en el centro de nuestra vida! Y eso significa, entre otras cosas, que Él ocupe la cumbre de nuestra semana, que asistamos con alegría a ese encuentro de amor que es la Sta. Misa, que vivamos cada domingo para el Señor en compañía de esa gran familia que es la Iglesia y de nuestras propias familias.
El primer mandamiento de la Santa Madre Iglesia es: «oír Misa entera todos los domingos y fiestas de guardar». Es la dulce obligación de asistir a lo más grande, a lo más hermoso, a lo más sagrado. Y es obligación porque nuestra Madre la Iglesia nos quiere hacer conscientes de que lo necesitamos para mantener viva nuestra fe.
FIESTAS DE PRECEPTO
Las fiestas de precepto nos hacen vivir con especial fuerza un aspecto concreto de la vida del Señor o de la Virgen, o la santidad de nuestros hermanos del cielo.
Fiestas fijas de precepto en Madrid
- 1 de enero Santa María, Madre de Dios.
- 6 de enero Epifanía del Señor.
- 19 de marzo San José, esposo de la Bienaventurada Virgen María.
- 15 de mayo San Isidro labrador, Patrono de Madrid.
- 25 de julio Santiago Apóstol, Patrono de España.
- 15 de agosto Asunción de la Bienaventurada Virgen María.
- 1 de noviembre Todos los Santos.
- 8 de diciembre Inmaculada Concepción de la Bienaventurada Virgen María.
- 25 de diciembre Natividad del Señor.
No son días de precepto: el Miércoles de Ceniza, el Jueves Santo, el Viernes Santo, el 1 de mayo, el 2 de mayo, el 12 de octubre ni el 6 de diciembre.
CALENDARIO LITÚRGICO
Todo el misterio de Cristo, desde su Encarnación hasta su última venida, se hace presente en cada Eucaristía. Y no sólo eso, sino que, como Él encerraba en sí el compendio apretado de todos los tiempos con la vida de todos y cada uno de los hombres, toda la humanidad es recapitulada por Él, redimida y presentada ante el Padre en cada Sta. Misa. ¡Qué grande es el santo sacrificio del altar!
Nosotros no somos capaces de comprender esta realidad que nos sobrepasa totalmente, y por eso nuestra Madre la Iglesia nos va desmenuzando toda esta riqueza durante todo un año: es el año litúrgico. A lo largo del mismo, se nos subraya más un misterio u otro de la vida profunda del Señor para que nos sea más fácil vivir ese aspecto con Él.
PRIMERA COMUNIÓN
Los niños que deseen recibir la Primera Comunión deben recibir primero la catequesis adecuada a su edad.
Esta catequesis comienza ordinariamente con 8 años (en 2º de Primaria) y dura tres cursos.
Los padres o tutores deben apuntar al adolescente en el despacho parroquial rellenando la ficha de inscripción a la Primera Comunión.
Más información en:
INTENCIONES DE MISA
La Sta. Misa es, sin duda, la oración más poderosa que existe, ya que es el mismo Cristo quien ruega por nosotros. Cada uno podemos ofrecer la Misa por nuestras propias intenciones a nivel personal, pero cuando es el sacerdote quien la ofrece, ya no se trata de una persona en particular, sino de la Iglesia misma, de Cristo mismo –a quien el sacerdote representa– quien toman esa intención nuestra y la presenta ante el Padre.
Encargar intenciones de Misas por los difuntos o por los vivos o por diversas intenciones es algo no sólo muy recomendable, sino extremadamente agradable a Dios y tremendamente eficaz. Especial mención merece la costumbre centenaria de ofrecer 30 Misas seguidas por el alma de un difunto: son las Misas gregorianas, llamadas así por el Papa Gregorio VII, quien tuvo la experiencia de ver cómo un alma entraba el cielo después de haber ofrecido por ella un mes seguido el sacrificio de la Eucaristía.
Y entonces… ¿cuánto vale una Misa? La Misa no tiene precio. Sin embargo, sí es verdad que el culto genera gastos: vino, formas, velas, ropa litúrgica, etc. Y por otro lado, es de justicia que el sacerdote reciba una pequeña compensación económica por su labor. Por todo ello, la Iglesia ha establecido un «estipendio» o donativo orientativo para aquellas personas que desean encargar una intención de Misa, que en la Archidiócesis de Madrid es de 8 euros.
FUNERALES
Entre las Misas de difuntos, la más importante es la Misa exequial, que se puede celebrar todos los día excepto las solemnidades de precepto, el Jueves Santo, el Triduo pascual y los domingos de Adviento, Cuaresma y Pascua. Se entiende por Misa exequial (del latín ex-sequia, que significa seguir, acompañar) aquella en la que la comunidad cristiana acompaña a sus difuntos y los encomienda a la bondad de Dios. En sentido estricto sería aquella Misa en la que está presente el difunto recién fallecido o también la primera Misa ofrecida por él.
Por otro lado, la Misa de difuntos después de recibida la noticia de la muerte, o con ocasión de la sepultura definitiva o la del primer aniversario, pueden celebrarse en la octava de Navidad y en los días en que hay una memoria obligatoria o en una feria que no sea el miércoles de Ceniza o una feria de Semana Santa.
Las otras Misas de difuntos, o Misas «cotidianas», en las que solamente se hace mención del difunto en las oraciones, se pueden celebrar en las ferias del tiempo ordinario en que cae alguna memoria. Estas Misas se celebran en «sufragio» de los difuntos, es decir, como actos piadosos que se realizan para ayudar a los difuntos.
COMUNIÓN A LOS ENFERMOS
Todas las semanas, los sacerdotes llevan la sagrada comunión a las casas de los enfermos impedidos que lo deseen.
¡Qué gran regalo es para ellos poder recibir al mismo Señor en su casa, como lo hicieron Marta, María y Lázaro en Betania! Y qué alegría para Jesús acercarse a aquellos que no pueden desplazarse hasta la iglesia para darles la paz, la alegría y la fuerza que necesitan en su enfermedad o en su ancianidad.
Aquellos que estén interesados o que sepan de alguien que pudiera estarlo, rogamos lo indiquen en el Despacho parroquial.
ORACIÓN
¡Jesús está vivo en la Eucaristía!, y está esperándote para encontrarse contigo. Cada vez que entras en la iglesia, Él te mira, te ama y quiere descansar en lo más profundo de tu corazón. Acompáñalo, míralo, ámalo, y descubrirás que, tras las apariencias sencillas de la blanca Hostia, se encierra el mismo cielo, el mismo Dios, el mismo que te ha creado y que quiere hacerte rebosar de su felicidad.
En nuestra parroquia, encontrarás diariamente al Señor expuesto solemnemente en la custodia gracias a la iniciativa de la Adoración Permanente.
Puedes ayudarte de las oraciones y de las lecturas que te ofrecemos cada semana para aprender cada vez mejor a ponerte en contacto con nuestro Padre Dios.
TEMPLO ABIERTO
Amplio horario de apertura para poder orar
ADORACIÓN PERMANENTE
Jesús expuesto en la custodia todo el día
TRASLADO DE LA ADORACIÓN
AL ALTAR MAYOR
Un momento para orar juntos