¿Le compro el móvil a mi hijo?, ¿cuánto tiempo debería usarlo?, ¿le estoy facilitando al dárselo que acceda a contenidos inadecuados?, son preguntas muy frecuentes que nos hacemos los padres con hijos en edad adolescente o preadolescente. No es un tema fácil de abordar, pero te traemos algunas recomendaciones si estás en esta situación.
Recomendaciones
Las siguientes recomendaciones nos ayudarán a educar y acompañar a nuestros hijos en el uso del móvil:
- Responsabilidad. Siempre que sea un hijo responsable, es planteable que tenga móvil o lo use. Hay ciertas apps que requieren de una edad mínima (12-13 años). Pero si tu hijo es mayor y no le consideras lo suficientemente maduro para su edad, es mejor no ceder y buscarle otras actividades que le ayuden a su crecimiento y la relación con los demás.
- Información. Puede ser una buena herramienta si se saben usar bien. Y para eso es necesario que tú, como padre, estés «al día». No hay que ser técnico, ni un erudito, pero sí es importante conocer su funcionamiento, los requisitos legales (esas «cosas» que aceptamos sin leer), sus riesgos y beneficios, etc. Es igual de importante conocer unos y otros, para no demonizar, ni tampoco caer en el «ojos que no ven…»
- ¿Por qué lo quieren?. Seguramente tu hijo ya tenga acceso a móvil/tablet/pc (el vuestro, el de la abuela, el de la escuela…) ¿Por qué, entonces, quiere un móvil propio? ¡Las redes sociales, claro! La forma de comunicación entre los jóvenes ha cambiado radicalmente, y es realmente difícil no estar «conectado» con tus amigos. Pero hay que hacerles ver que las relaciones personales, «cara a cara» son insustituibles.
- Acompañar en el uso. Te aconsejamos realizar un «contrato con tu hijo«, un acuerdo de uso del dispositivo (por cierto, si es posible, no compres el último modelo). En él se pueden consensuar algunos puntos:
- Tiempo de uso al día, los días de la semana…
- Apps que se puede o no descargar, siempre fomentando el uso responsable y gradual (es decir, les damos a elegir sin son hijos responsables, y opciones si son hijos menos responsables)
- Control parental u otros sistemas de monitorización activados.
- Conocer todas sus contraseñas.
- Debe «ganarse» el móvil (tiene un precio): cumplir con otras responsabilidades antes de su uso (preparados para las excusas académicas), no saltarse el contrato…
- El móvil no duerme en la habitación (excusa de la alarma). Con ello evitamos algunos riesgos (adicciones, insomnio, etc). Nota: este punto es muy recomendable también para los adultos de la casa.
- El móvil no está en la mesa: fomentamos la comunicación en la familia. Nota: educamos con el ejemplo…
- El móvil puede ser retirado temporal o definitivamente si así lo decidís.
- Por último, «dale solemnidad«, te aconsejamos que este contrato sea firmado -papel y boli- por vosotros y vuestro hijo.
Espero que estos consejos te ayuden. Recuerda que en materia de afectividad y sexualidad «todo educa«. Y que la tecnología en sí, no es mala, y puede ser de hecho un vehículo educativo. Como padre o educador tienes el reto y la obligación de gestionar su uso. ¡A por ello! (Tus hijos lo agradecerán)
Fuente: Instituto de Desarrollo y Persona
Grupo de familias jóvenes
En la parroquia de la Presentación de Nuestra Señora tenemos un grupo de familias jóvenes donde tratamos estos temas de educación y todo lo relativo a la familia: