Categoría: Homilías

Jesús llama a algunas personas para ser testimonio de la vida de la Eternidad en medio de este mundo: son los consagrados a Dios. Recemos para que surjan vocaciones en nuestras familias, y para que los niños y jóvenes llamados sean felices porque respondan que sí al Señor.

Jesús asciende hoy al cielo. Culmina así su vida terrenal y nos muestra visiblemente que también nosotros un día, si somos fieles, entraremos allí. Vivamos con alegría y con la mirada puesta en la Eternidad

Dios es amor. Por eso, el amor verdadero y la voluntad de Dios están inseparablemente unidos. Que María nos alcance el derramamiento del Espíritu Santo para poder amarnos los unos a los otros como Jesús nos amó

Jesús es el Buen Pastor. Seamos buenas ovejas. Ayudemos a los que continúan la misión de Jesús como pastores de la Iglesia: los Obispos y los sacerdotes. Y oremos para que haya muchas y santas vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada