Homilía: 2º Domingo de Pascua o de la Divina Misericordia

La divina misericordia llega hasta mí ahora, en mi propia vida. Ante todo, como una luz sobre el pecado para que yo reconozca mis faltas y las confiese. Después, una vez confesados mis pecados, la misericordia me concede el perdón de Dios a través de la Iglesia.

Limpiar nuestra alma durante el confinamiento

¿Podemos limpiar nuestra alma durante el confinamiento? ¿Hay alguna forma de confesarse? Y, si no podemos salir de casa, ¿nos puede perdonar el Señor incluso los pecados mortales?