Monseñor Montoya: «Deseo escuchar y estar cerca de todos»

Como prelado de una Iglesia que se inserta «en una sociedad plural», el obispo electo de Calahorra y La Calzada-Logroño, monseñor Santos Montoya, ha señalado este miércoles, 12 de enero, su intención de hacerse presente en todas las realidades. En las eclesiales con sacerdotes, familias o religiosos, pero también fuera de este ámbito con creyentes de otras religiones y no creyentes, así como con las administraciones.

«Deseo escuchar y estar cerca de la gente […], colaborar juntos y tender las manos para estar con todos», ha explicado durante una rueda de prensa con motivo de su nombramiento en la sala de medios del Arzobispado de Madrid, en la que también ha estado presente del arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro.

Antes de nada, Montoya ha agradecido al Papa Francisco la confianza mostrada con este nombramiento y ha dicho «estar a la expectativa», con la certeza de que llega «a una diócesis viva y que funciona bien».
Sí es consciente, y así lo ha recalcado en varias ocasiones durante su comparecencia, que este ministerio le llega en «un momento de crisis en el ámbito religioso», una realidad que, en su opinión, necesita una respuesta mostrando «más adecuadamente» y con brillo el mensaje cristiano.

En el caso de Calahorra y La Calzada-Logroño, ha constatado que su patrimonio rico indica que «la fe ha sido significativa» y que «ha dado sentido» a la gente. «Esta perspectiva ha cambiado», ha añadido para plantear la necesidad de analizar qué ha sucedido «para que nos desenganchemos de este torrente de gracia».

montoya rueda general

En este sentido, ha ofrecido una reflexión sobre la crisis de vocaciones en la Iglesia y ha recordado que esta cuestión no se puede limitar exclusivamente a los sacerdotes y religioso. «La vocación es participar de la llamada de Dios a la vida plena, cada uno en su terreno. La Iglesia no son solo los sacerdotes. La gran parte está en el laicado y nuestro ministerio está ordenado al Pueblo de Dios. Todo bautizado debe sentirse implicado», ha subrayado.

Finalmente, Santos Montoya ha reconocido que estos cuatro años como obispo auxiliar de Madrid le han ayudado a tener una visión de conjunto de una Iglesia particular y que las visitas pastorales han sido «el eje central». Desde ahí, ha afirmado que «Madrid tiene un buen clero, trabaja bien, evangeliza bien».

Por su parte, el cardenal Osoro ha reconocido que un nombramiento de estas características es «un momento importante de la vida de la Iglesia». También ha asegurado que con la marcha de Montoya «pierde y bastante», pero ha añadido que «la riqueza se reparte» y que no es «nadie para retener». «En La Rioja hay necesidad de una presencia viva y clara de la Iglesia y estoy seguro de que Santos Montoya lo hará, como ha demostrado en los sitios donde ha estado», ha agregado.

Trabajo y entrega en Madrid

Antes de la rueda de prensa, el purpurado ha agradecido también durante el rezo del ángelus en el Arzobispado el «trabajo» y la «entrega» del recién nombrado obispo de Calahorra La Calzada-Logroño, y todo lo que «has hecho en la diócesis» de Madrid. No solo como obispo auxiliar, ha destacado, sino también como formador del Seminario Menor y párroco; «en todos los lugares en los que has estado, donde has dejado amigos». Su nuevo destino es una «diócesis buena, que tiene historia», en palabras del purpurado, y que ha contado «con muchos obispos que han hecho grandes cosas».

También ha querido resaltar el arzobispo de Madrid «el tipo de fraternidad» que ha vivido con monseñor Montoya, «una muestra de lo que significa vivir el ministerio juntos», compartiendo el día a día hasta en las cosas más ordinarias como los desayunos, las comidas… «Las riquezas hay que repartirlas, y si te piden algo que a ti te ha ayudado para la diócesis», cómo no «decir que sí a la petición de la Santa Sede».

montoya angelus

Tras la lectura del Evangelio del día que ha acompañado al rezo del ángelus, en este día sobre la curación de la suegra de Pedro, el propio monseñor Montoya ha incidido, en una pequeña meditación, en que este pasaje es un «programa de vida» que recuerda al cristiano dónde encontrarse con el Señor en su día a día: en la oración y en la atención a los más necesitados.

Monseñor Montoya y el cardenal Osoro han estado acompañados también por los otros tres obispos auxiliares de Madrid, monseñor José Cobo, monseñor Jesús Vidal y monseñor Juan Antonio Martínez Camino, SJ, así como por el vicario general, Avelino Revilla, el canciller-secretario, Alberto Andrés, y trabajadores del Arzobispado.