Lecturas recomendadas: Semana Santa

1. Lectura del Evangelio del Domingo de Ramos.

EVANGELIO
¿Queréis que os suelte al rey de los judíos?
Pasión de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos 15, 1-39

¿Queréis que os suelte al rey de los judíos?

C. Apenas se hizo de día, los sumos sacerdotes, con los ancianos, los escribas y el Sanedrín en pleno, se reunieron, Y. atando a Jesús, lo llevaron y lo entregaron a Pilato.

Pilato le preguntó:

S. – «¿Eres tú el rey de los judíos?»

C. Él respondió:

+ -«Tú lo dices»

C. Y los sumos sacerdotes lo acusaban de muchas cosas.

Pilato le preguntó de nuevo:

S. – «¿No contestas nada? Mira cuántos cargos presentan contra ti»

C. Jesús no contestó más; de modo que Pilato estaba muy extrañado. Por la fiesta solía soltarse un preso, el que le pidieran. Estaba en la cárcel un tal Barrabás, con los revoltosos que habían cometido un homicidio en la revuelta. La gente subió y empezó a pedir el indulto de costumbre.

Pilato les contestó:

S. – «¿Queréis que os suelte al rey de los judíos?»

C. Pues sabía que los sumos sacerdotes se lo habían entregado por envidia.

Pero los sumos sacerdotes soliviantaron a la gente para que pidieran la libertad de Barrabás.

Pilato tomó de nuevo la palabra y les preguntó:

S. – «¿Qué hago con el que llamáis rey de los judíos?»

C. Ellos gritaron de nuevo:

S. – «¡Crucifícalo!»

C. Pilato les dijo:

S. – «Pues ¿qué mal ha hecho?»

C. Ellos gritaron más fuerte:

S. – «¡Crucifícalo!»

C. Y Pilato, queriendo dar gusto a la gente, les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de azotarlo, lo entregó para que lo crucificaran.

2. Lectura de la Madre Trinidad

La iglesia y su misterio  «El Sólo»

El Eterno Acompañado

Dios se es el Eterno Acompañado, Familia Divina que, en su serse, es Tres; Hogar infinito de amor y calor indecible, en el cual mi Trinidad es calor de hogar.

Dios se es su solaz y su descanso; y tan infinitamente se lo es en sí mismo y para sí mismo, que, en su sobreabundancia de serse Hogar de paternidad infinita, es y será nuestro Hogar en eternidad sin fin.

¡Oh, qué gozo eterno de unión trinitaria en el Seno-Amor…! ¡Está tan contento mi Dios…! ¡Siempre acompañado…! ¡Nunca solitario el eterno Sol…!

Dios se es Familia infinitamente acompañada, esencialmente, en su serse Trinidad, y accidentalmente, en la compañía gozosa de los bienaventurados.