1. Lectura del Evangelio del 31º Domingo de tiempo ordinario
EVANGELIO
Amarás al Señor, tu Dios. Amaras a tu prójimo.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 12, 28b-34
En aquel tiempo, un escriba se acercó a Jesús y le preguntó:
«¿Qué mandamiento es el primero de todos?»
Respondió Jesús:
«El primero es: “Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser.” El segundo es este: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” No hay mandamiento mayor que éstos».
El escriba replicó:
«Muy bien, Maestro, sin duda tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios».
Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo:
«No estás lejos del reino de Dios».
Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.
Palabra del Señor.
2. Lectura de la Madre Trinidad
Amarte a tí por tí. Opúsculo 8, pp 71
¡Amor…!, ¡que yo te necesito a Ti sin mí…!; ¡a Ti en Ti y por Ti…!; ¡porque yo estoy creada tan solo para gozarme eternamente en que Tú seas feliz, en que Tú seas dichoso, ¡en que Tú seas…! ¡Sí, Amor, en que Tú te seas!
¡Yo necesito gozarme en la Eternidad tan sólo en que Tú eres la Alegría eterna en comunicación infinita de luz gloriosa y de amor contento…!; ¡abismarme en el abismo de tu infinita felicidad…!
Yo necesito, porque te amo, tan sólo gozarme en que Tú eres la Felicidad increada en comunicación dichosa de vida trinitaria. Mi amor reclama estar siempre contemplándote en tu contento jubiloso de felicidad eterna…