1. Lectura Domingo de la 2ª semana de Tiempo Ordinario
Vieron dónde vivía y se quedaron con él.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 1, 35-42.
En aquel tiempo, estaba Juan con dos de sus discípulos y, fijándose en Jesús que pasaba, dice:
«Este es el Cordero de Dios».
Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunta:
«¿Qué buscáis?».
Ellos le contestaron:
«Rabí (que significa Maestro), ¿dónde vives?».
Él les dijo:
«Venid y veréis»
Entonces fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día; era como la hora décima.
Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús; encuentra primero a su hermano Simón y le dice:
«Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo)».
Y lo llevó a Jesús. Jesús se le quedó mirando y le dijo:
«Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que se traduce Pedro)».
Palabra del Señor.
2. Lectura de la Madre Trinidad
«Es mi vida buscar al amor sin descanso»
Opúsculo 4, pp 71-84.
Yo te busco en mis ansias de amar, mi Señor, porque anhelo tenerte sin velos, en tu entraña; descansando en tu pecho bendito en mis noches, que son largas, profundas, secretas, calladas…
Si el silencio me envuelve, mi Dueño, yo te llamo en mi hondura en tu seno, y te encuentro.
¡Es tan dulce tu voz en mi oído, con candentes palabras…!
¡Es tu rostro sereno, tan divino y sagrado, sin saberlo expresar con mi acento…!
Si apercibo tu paso, cuando vienes a mí cautivado, se me encienden mis fuegos en romances lacrados.