Lecturas preparación Domingo 28ª semana de Tiempo Ordinario

1. Lectura del Evangelio del Domingo

EVANGELIO
A todos los que encontréis, llamadlos a la boda
Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

En aquel tiempo, volvió a hablar Jesús en parábolas a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo, diciendo:
 
«El reino de los cielos se parece a un rey que celebraba la boda de su hijo; mandó a sus criados para que llamaran a los convidados, pero no quisieron ir. Volvió a mandar otros criados encargándoles que dijeran a los convidados:
“Tengo preparado el banquete, he matado terneros y reses cebadas y todo está a punto. Venid a la boda”.
 
Pero ellos no hicieron caso; uno se marchó a sus tierras, otro a sus negocios, los demás agarraron a los criados y los maltrataron y los mataron.
 
El rey montó en cólera, envió sus tropas, que acabaron con aquellos asesinos y prendieron fuego a la ciudad.
 
Luego dijo a sus criados:
“La boda está preparada, pero los convidados no se la merecían. Id ahora a los cruces de los caminos y a todos los que encontréis, llamadlos a la boda”.
 
Los criados salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, malos y buenos. La sala del banquete se llenó de comensales. Cuando el rey entró a saludar a los comensales, reparó en uno que no llevaba traje de fiesta y le dijo: “Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin el vestido de boda?”.
 
El otro no abrió la boca. Entonces el rey dijo a los servidores: “Atadlo de pies y manos y arrojadlo fuera, a las tinieblas. Allí será el llanto y el rechinar de dientes”.

Porque muchos son los llamados, pero pocos los elegidos».

Palabra del Señor.

2. Lectura de la Madre Trinidad

Opúsculo 2. “Promesa cumplida de Dios al hombre en la nueva y celestial Jerusalén” , pp. 59-72

761. ¿Quién podrá romper la Promesa de la Nueva Alianza de Dios con el hombre –prometida a Abraham y a su descendencia para siempre y anunciada por los santos Profetas destruyendo a la Iglesia? El que pueda separar a Dios y al hombre, en Cristo; el que pueda conseguir romper al Cristo del Padre, Dios Hombre. Y como esto no es posible, ahí está el Cristo glorioso e inmortal, con los brazos extendidos para abrazar a la humanidad. (22-1-76)

759. A semejanza de como la naturaleza humana y la divina se unen en la persona del Verbo, así, entre el Cuerpo Místico y su Cabeza, se realiza una unión tan íntima y divina, que es la Santa Madre Iglesia, el Cristo Total de todos los tiempos. (22-11-68)

768. El misterio de Cristo con toda su realidad, terminado en su infinita perfección, según los planes de Dios hecho Promesa de Alianza eterna, se perpetúa en el seno de la Iglesia, yes mostrado y comunicado a los hombres en la misma Iglesia, Nueva Sión, en el tiempo o circunstancia que cada uno necesita vivirlo y poseerlo. (15-9-74)