Coincidiendo con su santo, en el día de san Jorge, el Papa Francisco ha donado a varios de los países más severamente golpeados por el coronoravirus equipamiento médico que incluye respiradores, máscaras, gafas protectoras para el personal sanitario o monos para cuidados intensivos. A través de la Limosnería Apostólica, llegarán cinco respiradores de última generación a la ciudad de Suceava (Rumanía); otros dos irán al hospital de Lecce (Italia), y tres serán para Madrid.
El arzobispo de Madrid ha felicitado al Santo Padre su onomástica y ha agradecido este «importante gesto» que vuelve a poner de manifiesto su «preocupación por los problemas que asolan al mundo». Con estos aparatos, según subraya el cardenal Carlos Osoro, se va a ayudar a «nuestros fantásticos profesionales sanitarios» a hacer frente al COVID-19 y así salvar vidas en una región en la que «lloramos la pérdida de demasiadas personas», por las que «diariamente elevamos nuestras oraciones».
En conversación con el limosnero apostólico, cardenal Konrad Krajewski, y el nuncio de Su Santidad en España, monseñor Bernardito Auza, en los próximos días se anunciará a qué hospitales católicos se destinan.