En la solemnidad de Santa María, Madre de Dios, con la que ha arrancado el año nuevo, el cardenal Carlos Osoro ha incidido en que es «una gracia inmensa» que la catedral de Madrid sea «santuario es de Nuestra Madre». «Cuando miramos la imagen de Nuestra Madre, Nuestra Señora de la Real de la Almudena, Ella tiene a Cristo en sus brazos. Ha puesto en un lugar central a Cristo: toca sus manos y toca su corazón», ha aseverado.
El arzobispo de Madrid ha pedido a los fieles que hagan «este camino de interioridad» que Ella hizo y ha subrayado que «necesitamos volver a Dios como una prioridad de nuestra vida» porque «si Dios es ausente, nuestra vida enferma». Con el ejemplo de las llamadas que reciben los sacerdotes del SARCU, ha explicado que «el ser humano necesita una respuesta que no se puede dar a sí mismo» y ha lamentado que «la cultura moderna intenta desplazar a Dios del centro de la vida, intenta arrinconarlo», proponiendo «ídolos que no llenan el corazón del ser humano». Así, ha añadido, «nuestro mundo no puede cambiar» y «hay que cambiar a nuestro mundo».
En este sentido, como también se celebra la Jornada Mundial de la Paz este 1 de enero, el purpurado ha denunciado que haya «tantas guerras, tanta agresividad que nos enfrenta a los pueblos», e incluso agresividad en los corazones. Y aludiendo al mensaje del Papa, La cultura del cuidado como camino de la paz, ha apelado a que, «después de todos los que hemos vivido», en este 2021 «nos fijemos en un Dios que creó todo lo que existe y lo cuidó, y nos pide a nosotros que lo cuidemos».
Esta cultura del cuidado, según ha señalado, pasa por vivir «las obras de misericordia» y, ahora que «vienen dificultades», por «que lo poco o lo mucho que tengamos, podamos compartirlo» como los primeros cristianos. «La generosidad de los cristianos no puede perder dinamismo –ha concluido–. Los padres de la Iglesia insistieron precisamente en este dinamismo del cuidado. El cuidado es la promoción de la dignidad y de los derechos de las personas».
La Eucaristía ha sido concelebrada por los obispos auxiliares monseñor José Cobo, monseñor Santos Montoya y monseñor Jesús Vidal, el Cabildo y numerosos presbíteros, cumpliendo las pautas de las autoridades sanitarias. Consulte aquí el resto de celebraciones de Navidad en la catedral.