1. Lectura del Evangelio del séptimo Domingo de Pascua. Ascensión del Señor
EVANGELIO
Mientras los bendecía, iba subiendo al cielo.
Conclusión del santo Evangelio según san Lucas 24, 46-53
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Así está escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se proclamará la conversión para el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén.
Vosotros sois testigos de esto. Mirad, yo voy a enviar sobre vosotros la promesa de mi Padre; vosotros, por vuestra parte, quedaos en la ciudad hasta que os revistáis de la fuerza que vino de lo alto».
Y los sacó hasta cerca de Betania y, levantando sus manos, los bendijo.
Y mientras los bendecía, se separó de ellos, y fue llevado hacia el cielo.
Ellos se postraron ante él y se volvieron a Jerusalén con gran alegría; y estaban siempre en el templo bendiciendo a Dios.
Palabra del Señor.
2. Lectura de la Madre Trinidad
Opúsculo 8. Amarte a tí por tí, pp. 71
¡Amor…!, ¡que yo te necesito a Ti sin mí…!; ¡a Ti en Ti y por Ti…!; ¡porque yo estoy creada tan solo para gozarme eternamente en que ú seas feliz, en que Tú seas dichoso, ¡en que Tú seas…! ¡Sí, Amor, en que Tú te seas!
¡Yo necesito gozarme en la Eternidad tan sólo en que Tú eres la Alegría eterna en comunicación infinita de luz gloriosa y de amor contento…!; ¡abismarme en el abismo de tu infinita felicidad…!
Yo necesito, porque te amo, tan sólo gozarme en que Tú eres la Felicidad increada en comunicación dichosa de vida trinitaria. Mi amor reclama estar siempre contemplándote en tu contento jubiloso de felicidad eterna…