1. Lectura del Evangelio del 28º Domingo de tiempo ordinario
EVANGELIO
Vende lo que tienes y sígueme.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 10, 17-30
En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó:
«Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?».
Jesús le contestó:
«¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios. Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre».
Él replicó:
«Maestro, todo eso lo he cumplido desde mi juventud».
Jesús se quedó mirándolo, lo amó y le dijo:
«Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dáselo a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego ven sígueme».
2. Lectura de la Madre Trinidad
Fecundidad de la Virgen. Opúsculo 10, pp 29
¡Oh Virginidad, Virginidad trascendente!, sida y poseída por Dios en la perfección coeterna de su infinito ser; y participada, a través de Cristo y por María en el seno de la Santa Madre Iglesia, repleta y saturada de la Virginidad, por la criatura que, sintiéndose elegida por el Infinito para ser parte del pueblo consagrado y vivir para glorificarle, busca incansablemente muchedumbres de almas, con el fin de encajarlas en el plan de Dios que nos creó sólo y exclusivamente para que le poseyéramos.
Siendo el grito torturante de mi alma-Iglesia y por ser dentro de esta Santa Madre el Eco en proclamación de sus cantares, desde que el Señor me eligió para Él en mi búsqueda incansable e insaciable de cumplir su voluntad en todos y cada uno de los momentos de mi vida: ¡Gloria para Dios!, ¡almas para su seno!