Dadas las circunstancias de declaración del Estado de alarma por la crisis del coronavirus, el pasado 14 de marzo se decretó la dispensa del precepto dominical para los fieles de Madrid. Con la paulatina vuelta de muchas actividades –entre ellas el culto con pueblo respetando las medidas higiénicas– y después del discernimiento hecho en la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española, el arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro, dispone:
1. Se restablece en la archidiócesis de Madrid la obligatoriedad del precepto dominical para todos los fieles, conforme a lo establecido en el canon 1247. Es decir, vuelve a ser obligatorio participar presencialmente en la Misa entera todos los domingos.
2. En caso de causa grave, conforme a lo determinado en el canon 1248 § 2, no obliga el precepto, pero se recomienda que las personas que estén en estas circunstancias dediquen un tiempo a la oración personal o en familia.