La sede de la Delegación de Jóvenes, en San Juan de la Cruz, ha albergado este miércoles, 23 de junio, un acto de conmemoración del décimo aniversario de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Madrid 2011 que, a su vez, ha sido el pistoletazo de salida a varias celebraciones de recuerdo de aquella jornada y de envío a la JMJ Lisboa 2023.
«Seguimos firmes en la fe. Memoria y envío», ha subrayado el arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro, aludiendo al lema del evento. «Sin hacer memoria no podemos tener seguridad para seguir caminando», ha detallado, poniendo el foco en que recordar la JMJ es «un acto de justicia» y, al mismo tiempo, en que «tenemos que salir y seguir anunciando el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo».
En este sentido, aludiendo a Evangelii gaudium del Papa Francisco, el purpurado ha destacado la invitación a los «discípulos de Cristo» a «buscar también a aquellos que ya no están con nosotros, o que no han tenido la oportunidad», especialmente en estos «tiempos difíciles». «No partimos de cero, pero seguimos adelante abriéndonos a las situaciones reales que vive la gente. No podemos vivir añorando. […] Sin memoria no hay misión», ha abundado.
«Toda la diócesis se movilizó»
Por su parte, su antecesor y arzobispo de Madrid en 2011, cardenal Antonio María Rouco Varela, ha alabado la figura de san Juan Pablo II, que fue elegido Papa en un contexto en el que la juventud era «revolucionaria» y, al convocar las JMJ, tuvo «la intuición» de «usar métodos de pedagogía, de tiempo libre» para conectar con ellos y «hablarles de Cristo».
En su intervención, el arzobispo emérito también ha repasado las distintas jornadas mundiales de la juventud en las que ha participado, con especial atención al «antes y después» de la de Santiago, en 1989, en la que él era arzobispo, y se habló por primera vez de «peregrinos» porque «el que va a Santiago no se puede llamar de otro modo».
«Madrid tuvimos tiempo de prepararla a fondo. Toda la diócesis se movilizó», ha explicado, para luego agradecer la colaboración de las autoridades de entonces y detallar que el lema, Arraigados y edificados en Cristo. Firmes en la fe, «tenía mucho que ver con el tiempo», con una «juventud muy indiferente, tocada por la crisis económica, con perspectiva de futuro no clara, muy poco discutidora».
«La jornada es siempre ocasión de compartir la fe»
El nuncio de Su Santidad en España, monseñor Bernardito Auza, ha agradecido a «todos cuantos colaborasteis en el feliz evento», con la participación «alegre y entusiasta» de «dos millones de jóvenes», y ha animado a sumarse a la próxima JMJ Lisboa 2023. «La jornada es siempre ocasión de compartir la fe y suscitarla también. […] Los jóvenes se reconocen como hermanos en el misterio de la Iglesia universal de Cristo. […] Todos en el fondo con las mismas inquietudes, desafíos y retos. La gracia de Cristo derrumba los muros […] para hacer de todos los hombres una sola familia», ha aseverado.
Para ilustrarlo, una joven ha explicado en el acto conducido por Irene Pozo y Álvaro de Juana, de TRECE, que se puede «compartir la fe con jóvenes de todo el mundo», es una ocasión para «comprobar que la Iglesia católica es universal» y que «nos une lo más grande, que es el Señor».
«Un sueño»
Gregorio Goyo Roldán, delegado de Juventud en 2011, ha incidido en que «la pastoral de juventud se había desarrollado muy rápidamente» y en que la jornada fue «un sueño» que por primera vez se planteó con el cardenal Rouco en 2002. «Tuvimos el atrevimiento de intentar quitar el fuego de la JMJ a los alemanes –en referencia a la JMJ de Colonia–. […] No pudo ser porque el Papa dijo que Alemania necesitaba un gran revulsivo pastoral», ha rememorado, remarcando lo importante que fue el encuentro de jóvenes de Cuatro Vientos de 2003 al hilo de las beatificaciones de Pedro Poveda, madre Maravillas de Jesús, Genoveva Torres, sor Ángela de la Cruz y José María Rubio.
Asimismo, en representación de los integrantes del equipo que hizo posible la JMJ 2021, Carla Diez de Rivera ha recordado las actividades culturales, mientras que Fernando Giménez Barriocanal ha dado una pincelada de la gestión económica, con una mención a la «pelea» con Roma por dar de comer a los jóvenes en bares y restaurantes en vez de en camiones.
Entre los asistentes también han estado los obispos auxiliares de Madrid monseñor José Cobo, monseñor Santos Montoya y monseñor Jesús Vidal; la presidenta de la Asamblea de Madrid, Eugenia Carballedo; el presidente del Pleno del Ayuntamiento de Madrid y segundo teniente de alcalde, Borja Fanjul; el secretario técnico Comisión Episcopal de Laicos, Familia y Vida, Luis Manuel Romero; la actual delegada de Jóvenes de Madrid, Laura Moreno, representantes del equipo organizador de la JMJ 2011, vicarios y delegados de la diócesis tanto de entonces como actuales.
Durante el acto también se han podido ver varios vídeos con momentos de otras jornadas y de la de Madrid, y ha habido un rato musical en el que el sacerdote Toño Casado ha dirigido a un coro que ha repasado algunas de los himnos que han marcado las distintas JMJ.
Siguen las celebraciones
Además de esta celebración, del 15 al 21 de agosto se realizará una campaña en medios y redes con las etiquetas #YoEstuveAllí #10AñosJMJMadrid para recordar lo vivido. Ya en septiembre se presentará un libro homenaje con una intervención del Coro y Orquesta de la JMJ, y el 1 de octubre habrá un encuentro de oración y adoración que dará el pistoletazo de salida al recorrido de una réplica de la cruz de la JMJ por toda la provincia eclesiástica.
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