1. Lectura del Evangelio del domingo de la 7ª semana de Pascua
San Mateo 28, 16-20
Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra.
En aquel tiempo, los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había indicado.
Al verlo, ellos se postraron, pero algunos dudaron.
Acercándose a ellos, Jesús les dijo:
«Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra.
Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado.
Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin de los tiempos».
Palabra del Señor.
2. Lectura de la Madre Trinidad
«El amor puro en el cielo»
La Iglesia y su misterio
¡Qué feliz es Dios…! ¡Qué Ser tan dichoso…! ¡Qué alegría tan infinita la de mi Señor…! Todo Él es contento, en tal infinitud, plenitud y fecundidad de ser contento y dichoso, que Tres se es.
Amor, yo necesito vivir en la eternidad para ser robada por ti. Mi bienaventuranza esencial consiste en gloriarme en que Tú seas tan feliz, en gozarme en que Tú seas Dios.
¿Cómo serás Tú, cuando toda esta exigenciacasi infinita que me abrasa de felicidad, de ser dichosa, de gozarme, quedará saturada y excedida en su necesidad de glorificación, al verte a ti tan feliz, tan dichoso y tan Ser, de forma que mi bienaventuranza consistirá, en su parte esencial, en ser robada por tu felicidad?