1. Lectura del Evangelio del domingo de la 5ª semana de Pascua
San Juan 14, 1-12
Yo soy el camino, y la verdad y la vida
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, os lo habría dicho, porque me voy a prepararos un lugar. Cuando vaya y os prepare un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino».
Tomás le dice:
«Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?».
Jesús le responde:
«Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí. Si me conocierais a mí, conoceríais también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto».
Felipe le dice:
«Señor, muéstranos al Padre y nos basta».
2. Lectura de la Madre Trinidad
«María es un portento de la Gracia»
La Iglesia y su misterio
¡Oh majestad soberana del Inmenso Poder…! ¡Realidad pletórica de exuberante plenitud…! ¡Llenura infinita en posesión del Ser…! ¡Magnitud subyugante de la Eterna Emanación, que, en hálito de vida, surge del seno fecundo del fecundo Padre en incontenible Palabra de explicativa perfección…!
¿Cómo podrá la lengua humana decir algo del infinito Ser en su ser, en el modo coeterno de serse cuanto es y en la posesión abarcada de su pletórica perfección…?
¡Oh llenuras incontenibles de inagotables manantiales en fluyentes infinitas de Divinidad…! ¡Oh tecleares de inéditos conciertos, en melodías de dulces conversaciones dentro de la profundidad coeterna del Inmenso Poder…! ¡Oh poderío potente, que te hace tener en ti, mi Infinito Ser, la potencia potencial de podértelo ser todo, por la fuerza poderosa de tu inagotable poder…!