Lecturas recomendadas: 5ª semana de Pascua

1. Lectura del Evangelio del quinto Domingo de Pascua. San Isidro Labrador

EVANGELIO
Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 15. 1-7

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

«Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento que no da fruto en mí lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto.

Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros.

Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.

Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden.

Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará».

Palabra del Señor.

2. Lectura de la Madre Trinidad

Encájate en la creación de tu alma. La iglesia y su misterio

Allí, en el seno del Amor, donde la Trinidad silenciosa se es, perdida y profundizada en la hondura virgínea de su sencillísimo ser, se apercibe el rumor rumoroso de caridad trinitaria en unidad simplicísima de amor divino.

Ahondada y perdida en aquel serse del Ser, adentrándome en la hondura honda, ¡honda…! de su sabiduría eterna, sorprendo aquel instante sublime, instante de vida, de fecundidad, de plenitud, en el cual, sin ser instante, ni segundo, ni momento, en ese acto simplicísimo que se llama Eternidad, está siéndose Dios en sí mismo, para sí mismo y por sí mismo el Acto de ser fecundo en tres Personas