Lecturas recomendadas: 4ª semana de Pascua

1. Lectura del Evangelio de la 4ª semana de Pascua

EVANGELIO
Yo soy la puerta de las ovejas.
Lectura del santo Evangelio según san Juan 10, 1-10

En aquel tiempo, dijo Jesús:

«En verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ese es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas. A este le abre el guarda, y las ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas, camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz; a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños».

Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús:

«En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mi son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon.

Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos.

El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estrago; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante».

Palabra del Señor.

2. Lectura de la Madre Trinidad

“Vivir”. La iglesia y su misterio (separata)

¡Vivir…! En esta palabra se oculta un gran misterio de felicidad, alegría y eternidad. Por eso en este día, sintiéndome profundizada en el secreto que esta palabra encierra, veo que hemos sido creados para la Vida eterna, y que, mientras estemos en el destierro, debemos procurar vivir de la Vida mediante la fe, la esperanza y la caridad.

¡Vivir…! Esa es la necesidad que todo se racional, creado por el Infinito, siente.

Vivir es ley que todos llevamos impresa en el alma. Por eso, cuando la muerte llega, para los que no tienen fe la vida se acaba, y ese grito que todo hombre tiene impreso en sí de vivir, se rebela. Y ante el misterio que el contraste de la muerte y la exigencia de vivir les presenta, los pobrecitos que no han profundizado en elv misterio de la vida, se desconciertan, viendo en la muerte natural la destrucción total de todo aquello que en sí experimentan de amor, vida, felicidad, hermosura, eternidad.