Lecturas recomendadas: 34ª semana de Tiempo Ordinario

1. Lectura del Evangelio del Domingo

EVANGELIO
Señor, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 23, 35-43

En aquel tiempo, los magistrados hacían muecas a Jesús, diciendo:

«A otros ha salvado; que se salve a si mismo, si él es el Mesías de Dios, el Elegido».

Se burlaban de él también los soldados, que se acercaban y le ofrecían vinagre, diciendo:

«Si eres tú el rey de los judíos, sálvate a ti mismo».

Había también por encima de él un letrero:

«Este es el rey de los judíos».

Uno de los malhechores crucificados lo insultaba, diciendo:

«¿No eres tú el Mesías? Sálvate a ti mismo y a nosotros».

Pero el otro, respondiéndole e increpándolo, le decía:

«¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en la misma condena? Nosotros, en verdad, lo estamos justamente, porque recibimos el justo pago de lo que hicimos; en cambio, este no ha hecho nada malo».

Y decía:

«Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino».

Jesús le dijo:

«En verdad te digo: hoy estarás conmigo en el paraíso».

Palabra del Señor.

2. Lectura de la Madre Trinidad

Frutos de oración. Con Dios para siempre, pp. 18

2.195. ¡Oh Eternidad!, en la hondura secreta de tu abismal silencio, se apercibe el saboreo infinito de tu Palabra sustancial en su explicación sonora de misterio eterno. (18-12-60)

2.196. ¡Eternidad, Eternidad…! Donde no habrá más esperas ni torturas de muerte, donde el día será eterno y sin fin, en la compañía íntima y familiar de nuestro Padre Dios… (14-1-67)

2.197. Un día iremos a la Eternidad para siempre… ¡Qué dulce esperanza! ¡Para siempre…, cara a cara con Dios en la llenura del amor puro! ¡Sueño de amor en repletura de conquista…! (8-1-75)