Lecturas recomendadas: 32ª semana del tiempo ordinario

1. Lectura del Evangelio del domingo 8 de noviembre

San Mateo 25, 1-13

¡Que llega el esposo, salid a su encuentro!

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:

«Se parecerá el reino de los cielos a diez vírgenes que tomaron sus lámparas y salieron a encuentro del esposo.

Cinco de ellas eran necias y cinco eran prudentes.

Las necias, al tomar las lámparas, no se proveyeron de aceite; en cambio, las prudentes se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas.

El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron.

A medianoche se oyó una voz:

“¡Que llega el esposo, salid a su encuentro!”

Entonces se despertaron todas aquellas vírgenes y se pusieron a preparar sus lámparas.

Y las necias dijeron a las prudentes:

“Dadnos de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas.”

Pero las prudentes contestaron:

“Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis”.

Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta.

2. Lectura de la Madre Trinidad

«En el infierno y sin Dios, ¿qué haría mi pobre alma?” 

Opúsculo 13,  pp. 71-82

Hoy deseo referir,
aunque me encuentre cansada,
lo que un día me ocurriera
de manera inesperada:
algo terrible y feroz
que en mi vida se grabara;
y en mi alma se imprimió
que el Señor me lo mostraba.

¡Sin saber cómo esto fue,
en el infierno me hallaba…!
¡Qué terror!, hijos queridos,
¡qué amargura más amarga…!,
¡con qué desesperación…!;
la esperanza era pasada.
Ya todo se terminó.
Liberarme no lograba
de aquel terrible terror
de los que allí se encontraran.


Y aunque no sé cómo fue,
allí mi alma llegara,
para poder expresar
el pavor que me inundaba.