Lecturas recomendadas: 2ª semana de Cuaresma

1. Lectura del Evangelio del Domingo

EVANGELIO
Su rostro resplandecía como el sol.
Lectura del santo Evangelio según san Mateo 17, 1-9

En aquel tiempo, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y subió con ellos aparte a un monte alto.

Se transfiguró delante de ellos, y su rostro resplandecía como el sol, y sus vestidos se volvieron blancos como la luz.

De repente se les aparecieron Moisés y Elías conversando con él.

Pedro, entonces, tomó la palabra y dijo a Jesús:

«Señor, ¡qué bueno es que estemos aquí! Si quieres, haré tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías».

Todavía estaba hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra, y una voz desde la nube decía:

«Este es mi Hijo, el amado, en quien me complazco. Escuchadlo».

Al oírlo, los discípulos cayeron de bruces, llenos de espanto.

Jesús se acercó y, tocándolos, les dijo:

«Levantaos, no temáis».

Al alzar los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús, solo.

Cuando bajaban del monte, Jesús les mandó:

«No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos».

Palabra del Señor.

2. Lectura de la Madre Trinidad

 “El amor puro en el cielo” , La Iglesia y su misterio 

¡Qué feliz es Dios…! ¡Qué Ser tan dichoso…! ¡Qué alegría tan infinita la de mi Señor…! Todo Él es contento, en tal infinitud, plenitud y fecundidad de ser contento y dichoso, que Tres se es.

Amor, yo necesito vivir en la Eternidad para ser robada por ti. Mi bienaventuranza esencial consiste en gloriarme en que Tú seas tan feliz, en gozarme en que Tú seas Dios.

¿Cómo serás Tú, cuando toda esta exigencia casi infinita que me abrasa de felicidad, de ser dichosa, de gozarme, quedará saturada y excedida en su necesidad de glorificación, al verte a ti tan feliz, tan dichoso y tan Ser, de forma que mi bienaventuranza consistirá, en su parte esencial, en ser robada por tu felicidad?

Amor, eres tan feliz, ¡tanto…, tanto…, tanto!, que, al contemplarte a ti, yo quedaré eternamente feliz de saber que Tú eres tan dichoso.