Lecturas recomendadas: 28ª semana de Tiempo Ordinario

1. Lectura del Evangelio del Domingo

EVANGELIO
¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios más que este extranjero?
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 17, 11-19

Una vez, yendo Jesús camino de Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. Cuando iba a entrar en una ciudad, vinieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían:

«Jesús, maestro, ten compasión de nosotros».

Al verlos, les dijo:

«Id a presentaros a los sacerdotes».

Y sucedió que, mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se postró a los pies de Jesús, rostro en tierra, dándole gracias.

Este era un samaritano.

Jesús tomó la palabra y dijo:

«¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios más que este extranjero?».

Y le dijo:

«Levántate, vete; tu fe te ha salvado».

Palabra del Señor.

2. Lectura de la Madre Trinidad

Opúsculo 10. Te amo Jesús,  pp. 85

Te amo, Jesús, como en mis años primeros; sin la brillantez de aquella juventud, pero con la entrega incondicional de una vida cargada de misterios y sellada por la incomprensión y el menosprecio de los que no son Tú.

Te amo, Jesús, porque eres el centro de mi existir, el todo de mi vida y la respiración, aunque ya jadeante, de mi corazón.

Te amo, Jesús, porque Tú eres todo lo que apetezco y mi única razón de ser. Sin Ti, sin mis ratos de Sagrario apoyada en tu pecho, sin la vibración de la médula de mi espíritu que me tiene centrada sólo y siempre en la búsqueda incansable de tu gloria, y sin la nostalgia de tu encuentro definitivo, ¡¿qué sería de mí…?!