1. Lectura del Evangelio del domingo 28 Junio
San Mateo 10, 37-42
El que no carga con su cruz
El que no carga con la cruz no es digno de mí. El que os recibe a vosotros, me recibe a mí.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles:
«El que quiere a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; el que quiere a su hijo o a su hija más que a mí no es digno de mí; y el que no carga con su cruz y me sigue no es digno de mí.
El que encuentre su vida la perderá, y el que pierda su vida por mí la encontrará. El que os recibe a vosotros me recibe a mí, y el que me recibe, recibe al que me ha enviado; el que recibe a un profeta porque es profeta, tendrá recompensa de profeta; y el que recibe a un justo porque es justo, tendrá recompensa de justo.
El que dé a beber, aunque no sea más que un vaso de agua fresca, a uno de estos pequeños, solo porque es mi discípulo, en verdad os digo que no perderá su recompensa».
Palabra del Señor.
2. Lectura de la Madre Trinidad
«Mi Misión es ser Eco»
Opúsculo 3, pp 63-79
El día 19, durante el santo Sacrificio del altar, sangrando de dolor en mi espíritu, he mirado a Jesús y he comprendido como nunca el porqué de la hondura de su vivir, del desamparo de sus penas y de la tragedia de su corazón… He visto la grandeza de la perfección del alma de Cristo, capaz de abarcar a todos los hombres de todos los tiempos, dándoles amor y recibiendo traiciones… He vislumbrado la finura penetrante, la perfección y la profundidad profunda del amor con que nos ama.
Parece como si hubiera penetrado en lo que pasaba en el alma de Cristo durante su crucifixión: los dolores de su cuerpo no eran más que una manifestación pequeñísima de las penas profundas que anegaban su espíritu…