Lecturas preparación Domingo IV de Cuaresma

1. Lectura del Evangelio del Domingo IV de Cuaresma (10 Marzo)

EVANGELIO
Dios envió a su Hijo para que el mundo se salve por él

Lectura del santo Evangelio según San Juan,  Jn 3, 14-21

En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo:
«Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna.
Porque tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna.
Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.
El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Unigénito de Dios.
Este es el juicio: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra el mal detesta la luz, y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras.
En cambio, el que obra la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios».
 
Palabra del Señor.

2. Lectura de la Madre Trinidad

La Iglesia y su misterio. “Tengo sed» 

Dios es la alegría por esencia, Vida de la Vida, amor, unión, felicidad, gozo completo.

Dios es el que Se Es; la Fuente de la vida, el Manantial de las aguas eternas que brotan en infinitud de cataratas de ser, principio de toda vida y razón de toda existencia; el que tiene saciada en sí toda su felicidad infinita, que en infinitud, por sus atributos y perfecciones, se es la Saciedad completa de capacidad de abarcación.

Dios se es los Manantiales eternos que tiene en sí todo el “agua” refrigerante que Él se es por su mismo ser.

“El que tenga sed que venga a mí y beba”, dice Jesús. “Yo soy la Fuente de la vida”; “el agua que Yo daré, salta hasta la vida eterna”. “El que beba de mi no tendrá más sed y el que comiere de mí no tendrá ya más hambre”. Pero los hombres se cavaron “cisternas” y además “cisternas rotas”, y me dejaron a mí que “soy la Fuente de agua viva”.