Lecturas de preparación del Domingo V semana de Pascua

1. Lectura del Evangelio del V Domingo de Pascua (28 Abril)

EVANGELIO
El que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante

Lectura del santo Evangelio según San Juan. Jn 15, 1-8

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento que no da fruto en mí lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto.
Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros.
Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden.
Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará.
Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos».

Palabra del Señor.

2. Lectura de la Madre Trinidad

“Con Dios para siempre“ y “la Eternidad es mañana, ya” Frutos de oración, pp 18

2.195. ¡Oh Eternidad!, en la hondura secreta de tu abismal silencio, se apercibe el saboreo infinito de tu Palabra sustancial en su explicación sonora de misterio eterno. (18-12-60)

2.196. ¡Eternidad, Eternidad…! Donde no habrá más esperas ni torturas de muerte, donde el día será eterno y sin fin, en la compañía íntima y familiar de nuestro Padre Dios… (14-1-67)

2.197. Un día iremos a la Eternidad para siempre… ¡Qué dulce esperanza! ¡Para siempre…, cara a cara con Dios en la llenura del amor puro! ¡Sueño de amor en repletura de conquista…! (8-1-75)

2.198. La Eternidad, para el alma que ama y de verdad busca a Dios, es la saciedad de su amor en posesión completa de su Amado. (11-5-61)