«Cristo vive, no morirá jamás. […] Cristo vive, pero no basta con decir esto, no basta con decir “¡Cristo ha resucitado!”. Nos invita a que participemos de su Resurrección». Así lo ha señalado el cardenal Carlos Osoro este Domingo de Resurrección en la catedral de Santa María la Real de la Almudena.
El arzobispo de Madrid ha incidido en que «la Resurrección de Cristo es un sí a la vida de todo ser humano, un sí a nuestra vida», que nos recuerda que «tenemos derecho a esperar un mundo de paz, donde brille la justicia», y, por ello, ha destacado que «celebrar la Resurrección nos compromete».
Cuando parezca que «todo está perdido», como en este momento con «infinidad de muertes» por culpa del coronavirus, «volvamos a Cristo» –ha asegurado– para descubrir que «nos ama, nunca se cansa de perdonar, nunca se cansa de cargar nuestras vidas a sus hombros». «No nos convirtamos en discípulos quejosos, no tengamos la tentación de no dejar espacio a los demás, no vivamos con resentimiento. Demos todo lo que somos: tenemos para dar vida a los demás», ha aseverado.
En este sentido, el purpurado ha lanzado una triple invitación para vivir la Resurrección a los fieles que seguían la celebración por Telemadrid:
- «Renueva tu encuentro con Cristo Resucitado. Cristo abre los brazos. Toma la decisión de dejarte encontrar con Él. Jesús no es para unos escogidos».
- «Lleva a todos los lugares de la Tierra la dulce y confortadora alegría del Evangelio. El bien siempre se comunica. En este encuentro con el Señor adquiere tal hondura la vida que no puedes guardarlo para ti mismo. […] La Resurrección de Cristo nos hace ver que la vida se acrecienta dándola».
- «Mantén vivo el anuncio de Cristo. Aquel que mandó hacer a sus discípulos: «“Id y anunciad el Evangelio”».
Con esta Eucaristía, en la que han estado presentes los obispos auxiliares y se ha leído la bendición papal, concluyen las celebraciones litúrgicas de Semana Santa. En la web de la diócesis pueden encontrarse las distintas homilías de estos días. Ahora, en el tiempo de Pascua que comienza, las campanas repicarán a mediodía durante la Pascua para «celebrar la esperanza de Cristo» y recordar a los fallecidos por COVID-19.