LA OBRA DE LA IGLESIA
¿Qué es La Obra de la Iglesia?
La Obra de la Iglesia es una institución de derecho pontificio fundada por la Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia. Está formada por tres Ramas de vida consagrada: sacerdotal, masculina seglar y femenina -que forman el cuerpo central de La Obra- así como por otros grupos que abarcan todos los estados y vocaciones en la Iglesia: personas casadas, solteras, consagradas a Dios privadamente, jóvenes y niños. Todos con la misma misión de vivir profundamente su ser de Iglesia en una vida sencilla, siempre al lado del Papa y los Obispos, para ayudarles con su vida y su palabra a hacer la obra que Cristo les encomendó.
A través de sus centros de apostolado y del trabajo en las parroquias que le han sido encomendadas, buscan llevar a todos al conocimiento vivo y saboreable de Dios y de sus misterios, procurando manifestar con su vida y su palabra la luz que el Señor puso en el alma de la Madre Trinidad para ayudar a la Iglesia.
¿Quién es la Madre Trinidad?
La Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia es la fundadora y presidente de La Obra de la Iglesia.
Consagrada a Dios desde su juventud, en largos ratos de oración callada, Dios la fue introduciendo en su vida íntima, haciéndole vivir en honda sabiduría y amor todos los misterios de nuestra fe. De este modo la fue constituyendo en testigo, con la especial misión de cantar la hermosura y la grandeza de la Iglesia, ayudándola a presentarse tal cual es ante la vista de todos.
La Madre Trinidad vive actualmente en Roma, junto a la Sede de Pedro, en su misión de ayudar al Papa y los Obispos con todo lo que Dios ha puesto en su alma, y con el ofrecimiento de su vida y su cruz.
Escritos
Surgidos en la oración, fruto de la acción directa del Señor en el alma de la Madre Trinidad de la Santa Madre Iglesia son la enorme cantidad de sus escritos: temas en prosa, poesías, cartas, pensamientos… un verdadero tesoro espiritual para vitalización y saboreo de todos los hijos de Dios.
Audiovisuales
Grabaciones en audio y vídeo tomadas durante charlas y encuentros en los que la Madre Trinidad manifiesta con la fuerza del testigo las riquezas de nuestra fe, en un lenguaje sencillo, pero lleno de profundidad teológica y luz sobrenatural.