El Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE) ofrece, con el comienzo de la Cuaresma, una cadena de oración por las víctimas de la pandemia de la COVID-19 con la celebración de la Eucaristía en cada Conferencia Episcopal.
La Conferencia Episcopal Española (CEE) participará en esta iniciativa con la celebración de la Eucaristía el martes 23 de febrero, en el marco de la reunión de la Comisión Permanente de la CEE.
Eucaristías por las víctimas de la pandemia en toda Europa
Esta iniciativa, que se prolongará durante toda la Cuaresma, ha sido acogida por los presidentes de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE) e invita a rezar por las víctimas de la pandemia. Será una cadena de celebración de la Eucaristía en memoria y sufragio por tantas personas víctimas de esta pandemia.
En numerosas ocasiones, los obispos de toda Europa han unido sus voces a la del Papa Francisco para reiterar la cercanía de la Iglesia a todos los que luchan contra la pandemia por coronavirus: las víctimas y sus familias, los enfermos y los trabajadores de la salud, los voluntarios y todos aquellos que están en primera línea en este delicado momento.
Ahora, durante todo el tiempo de Cuaresma, proponen formar parte de una red de oración, una cadena eucarística, para las más de 770.000 personas que han muerto en Europa a causa de la COVID-19.
«Evaluamos juntos la oportunidad, en realidad el deber, de recordar en la Santa Misa a las víctimas, a las muchas víctimas de la pandemia – afirmó el cardenal Angelo Bagnasco en su mensaje para lanzar esta iniciativa». Cada Conferencia Episcopal de Europa se compromete a organizar al menos una Misa: será como crear una cadena de oración, una cadena eucarística en la memoria y en el sufragio para muchas personas. En esta oración también queremos recordar a las familias que han sufrido el duelo y a todos aquellos que todavía están afectados por la enfermedad en este momento y tienen dudas sobre su vida».
Signo de esperanza para todo el continente
La iniciativa, en la que participarán todas las Conferencias Episcopales de Europa según un calendario previsto, pretende ofrecer un signo de comunión y esperanza para todo el continente: «nosotros, los obispos de Europa -añade el presidente del CCEE- estamos todos unidos junto a nuestras comunidades cristianas, nuestros sacerdotes, agradecidos a todos los que siguen dedicándose a las personas más necesitadas, para apoyar su compromiso con nuestras palabras, y sobre todo, con nuestras oraciones, para que podamos mirar juntos hacia un futuro mejor».