En estos momentos, en lo que muchos «hermanos nuestros han fallecido a causa del coronavirus», sin poder darles «el último adiós», el cardenal Carlos Osoro ha animado a mantener «la confianza y la fe absoluta en un Dios que nunca nos abandona».
En una Eucaristía por las víctimas de esta pandemia, celebrada a puerta cerrada en la catedral de Santa María la Real de la Almudena, el arzobispo de Madrid ha recordado que hace unos días habló por teléfono con Amelia, una señora «estaba muriéndose» y le dijo: «Dame la mano, te pongo en manos del Señor».
Aludiendo al Evangelio proclamado –el de la resurrección de Lázaro–, ha pedido que «no tengáis miedo a decir a Jesús las mismas palabras de Marta: “Si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano”», y así descubrir que Él nos dice: «Yo estoy de vuestra parte. Estoy a vuestro lado. Fiaos de mí».
«Qué importante es para nosotros escuchar una vez más estás palabras de Jesús: “Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá, y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre”», ha abundado el purpurado, porque «la Resurrección es el punto central de nuestra fe, marca nuestra vida, despierta en nosotros gozosa esperanza».
Como Marta, ha proseguido, «con más o menos fe, con más o menos convencimiento, decid al Señor: “Yo creo que tú eres Cristo, que das la vida”». Al lado, «Jesús se conmueve como lo está haciendo en estos momentos».
La Eucaristía ha terminado con el himno en honor a Santa María la Real de la Almudena, patrona de Madrid, delante de la que el cardenal Osoro ha querido poner a los fallecidos y enfermos por coronavirus, así como a todos los que lo combaten en primera línea.