«Tenemos una esperanza: en su Cruz hemos sido sanados y abrazados para que nada nos separe de su amor»

Este viernes, 27 de marzo, a las 18:00 horas, el Papa Francisco ha presidido un momento de oración por el fin de la pandemia del coronavirus, al final del cual ha impartido la bendición urbi et orbi. «El Señor nos interpela y, en medio de nuestra tormenta, nos invita a despertar y a activar esa solidaridad y esperanza capaz de dar solidez, contención y sentido a estas horas donde todo parece naufragar. El Señor se despierta para despertar y avivar nuestra fe pascual», ha subrayado en una plaza de San Pedro vacía.

Homilía: 5º Domingo de Cuaresma – Ciclo A

«Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano», le dice primero Marta y luego María a Jesús. Era grande, enorme, el amor de estas dos mujeres por su hermano Lázaro. Pero no era menos grande la confianza que tenían en Jesús. Estaban destrozadas por el dolor, no entendían cómo Jesús no había acudido antes en su ayuda. Y, sin embargo, su confianza en el Maestro es total. Apoyado en esta confianza, Jesús va a hacer uno de sus mayores signos.