«Queridos hermanos, ¿cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?». Con esta alusión al salmo 115 proclamado este domingo, 6 de junio, solemnidad del Corpus Christi, ha arrancado su homilía el arzobispo de Madrid, cardenal Carlos Osoro, en la catedral. «El Señor ha engendrado en nuestra vida la libertad auténtica […], ha engendrado en nosotros algo que, si lo vivimos con todas las consecuencias, cambiamos las relaciones de este mundo porque no vivimos para nosotros, vivimos para los demás», ha abundado.
En el Evangelio proclamado, ha proseguido el purpurado, «el Señor instituye la Eucaristía para no nos alimentemos de cualquier alimento, sino que nos alimentemos de Él mismo» y para que «lo que Él nos da, lo repartamos en el mundo». Para los judíos –ha continuado– «el cuerpo indica toda la persona» y, así, el «tomad, esto es mi cuerpo» es la forma en la que «Jesús nos dice: “Este soy yo, soy yo mismo”». «Este pan que se parte y se reparte es mi persona, es mi forma de vivir, es mi forma de amar a los demás, es mi forma de defender la dignidad de los hombres poniéndome al servicio de todos, pero muy especialmente de aquellos que más lo necesitan», ha aseverado.
La labor de Cáritas Diocesana de Madrid
En el el pan y el vino, identificado con la sangre que «era la vida misma» en palabras del arzobispo, «está la presencia de una vida vivida como don» y «el Señor se la quiere regalar a todos los hombres». «La Eucaristía es memoria viva no solo porque actualiza su presencia entre nosotros, sino porque nos hace vivir como Él vivió. No es secundario este encuentro que tenemos los domingos todos los cristianos en todas las partes de la Tierra. […] Jesús nos regala su vida, su persona, y, cuando entramos en comunión con Él, nos identificamos con nuestro Señor», ha insistido en otro momento.
En este sentido, el arzobispo ha recordado que en el Corpus se celebra también el Día de Caridad y que, «quien toma y se alimenta de la persona del Señor, asume una manera de vivir y de amar a los demás, una manera de defender la dignidad…». Y poniendo el foco en la necesidad y la «urgencia» de «reavivar la esperanza en este mundo concreto en el que vivimos» ha agradecido «el trabajo y el esfuerzo» de todo el personal y los voluntarios de Cáritas Diocesana de Madrid, que manifiestan «que nuestro estilo de vida tiene que cambiar, que nuestra mirada tiene que ser la de Jesús, que nuestro tiempo es un tiempo para compartir y que no puedo pasar de largo, de ninguna de las maneras».
La «fuerza liberadora» de la Eucaristía
Antes de terminar, para ilustrar la «fuerza liberadora» de la Eucaristía, el cardenal Osoro ha rememorado que a los pocos meses de aterrizar Madrid conoció a un matrimonio en el que ella había tenido una conversión al llegar a España: «entró en una Iglesia donde estaba la exposición del Señor» y aunque «no creía», le dio «un vuelco al corazón» y, con acompañamiento, «se incorporó a la Iglesia», recibió el Bautismo y la Primera Comunión y «ha cambiado su existencia; los demás no son un producto, los demás no son un número».
Quien diga que Dios ha muerto, que contemple su presencia en el misterio de la Eucaristía. Como recordamos en el Corpus Christi y Día de Caridad, esta nos lanza a compartir con los demás lo que somos y tenemos.
— Carlos Osoro Sierra (@cardenalosoro) June 6, 2021
En la celebración, concelebrada por los obispos auxiliares, monseñor José Cobo, monseñor Juan Antonio Martínez Camino, SJ, monseñor Santos Montoya y monseñor Jesús Vidal, han estado presentes el presidente de la Asamblea de Madrid, Juan Trinidad, la embajadora de Polonia, Marzena Adamczyk, varios concejales y representantes militares, así como niños que este año reciben la Primera Comunión.
A su término, el Santísimo ha sido llevado en procesión por el interior del templo hasta la puerta principal que da acceso a la plaza de la Almudena, donde el purpurado ha impartido la bendición al pueblo de Madrid. Como no hay procesión por las calles por las limitaciones de la pandemia, el Santísimo quedará expuesto durante toda la jornada en el altar de la Virgen de la Almudena para su adoración por turnos. La exposición concluirá con la bendición y reserva por parte del purpurado a las 19:00 horas.