1. Lectura del Evangelio del domingo de la 6ª semana de Pascua
San Juan 14, 15-21
Le pediré al Padre que os dé otro Paráclito.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Si me amáis, guardaréis mis mandamientos. Y yo le pediré al Padre que os dé otro Paráclito, que esté siempre con vosotros, el Espíritu de la verdad. El mundo no puede recibirlo, porque no lo ve ni lo conoce; vosotros, en cambio, lo conocéis, porque mora con vosotros y está en vosotros.
No os dejaré huérfanos, volveré a vosotros. Dentro de poco el mundo no me verá, pero vosotros me veréis y viviréis, porque yo sigo viviendo. Entonces sabréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí y yo en vosotros. El que acepta mis mandamientos y los guarda, ese me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo también lo amaré y me manifestaré a él».
2. Lectura de la Madre Trinidad
«La voluntad de Dios»
La Iglesia y si misterio
Dios vive su vida en la comunicación hogareña de su Familia Divina.
Él Se es intercomunicación de vida trinitaria, para sí, en sí y por sí, sin necesitar de nosotros para nada. Dios se es todo santidad, todo perfección eterna. Dios se es voluntad infinita de ser.
Dios se es, porque sabe lo que puede serse y quiere serse lo que sabe que puede ser. Y lo quiere porque, por ser el Bien eterno, está adherido a ese mismo Bien de tal forma que, por exigencia de su misma perfección, todo lo que es bueno para sí, lo quiere en su querer que es ser.
Dios se es apretado y recóndito, viviendo dentro de sí, engendrando dentro de sí y siendo Amor dentro de sí.