1. Lectura del Evangelio del Domingo
EVANGELIO
¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios más que este extranjero?
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 17, 11-19
Una vez, yendo Jesús camino de Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea. Cuando iba a entrar en una ciudad, vinieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían:
«Jesús, maestro, ten compasión de nosotros».
Al verlos, les dijo:
«Id a presentaros a los sacerdotes».
Y sucedió que, mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se postró a los pies de Jesús, rostro en tierra, dándole gracias.
Este era un samaritano.
Jesús tomó la palabra y dijo:
«¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios más que este extranjero?».
Y le dijo:
«Levántate, vete; tu fe te ha salvado».
Palabra del Señor.
2. Lectura de la Madre Trinidad
Opúsculo 10. Te amo Jesús, pp. 85
Te amo, Jesús, como en mis años primeros; sin la brillantez de aquella juventud, pero con la entrega incondicional de una vida cargada de misterios y sellada por la incomprensión y el menosprecio de los que no son Tú.
Te amo, Jesús, porque eres el centro de mi existir, el todo de mi vida y la respiración, aunque ya jadeante, de mi corazón.
Te amo, Jesús, porque Tú eres todo lo que apetezco y mi única razón de ser. Sin Ti, sin mis ratos de Sagrario apoyada en tu pecho, sin la vibración de la médula de mi espíritu que me tiene centrada sólo y siempre en la búsqueda incansable de tu gloria, y sin la nostalgia de tu encuentro definitivo, ¡¿qué sería de mí…?!