Lecturas recomendadas: 3ª semana de tiempo ordinario

1. Lectura del Evangelio de la segunda semana de tiempo ordinario

EVANGELIO
Hoy se ha cumplido esta Escritura.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 1, 1-4; 4, 14-21

Ilustre Teófilo:

Puesto que muchos han emprendido la tarea de componer un relato de los hechos que se han cumplido entre nosotros, como nos los transmitieron los que fueron desde el principio testigos oculares y servidores de la palabra, también yo después he resuelto escribírtelos por su orden, después de investigarlo todo diligentemente desde el principio, para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido.

En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea con la fuerza del Espíritu; y su fama se extendió por toda la comarca. Enseñaba en las sinagogas, y todos lo alababan.

Fue a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el rollo del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito:

«El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres, a proclamar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista; a poner en libertad a los oprimidos; para proclamar el año de gracia del Señor».

Y, enrollando el rollo y devolviéndolo al que le ayudaba, se sentó. Toda la sinagoga tenía los ojos clavados en él.

Y él comenzó a decirles:

«Hoy se ha cumplido esta Escritura que acabáis de oír».

Palabra del Señor.

2. Lectura de la Madre Trinidad

«La Iglesia es misterio de Unidad». Opúsculo 15 , pp 47-57

Esta mañana, antes de levantarme, estando haciendo oración, ¡de pronto!, en una ráfaga penetrante, aguda y continuada, como en un abrir y cerrar de ojos, se inundó mi alma iluminada por el pensamiento divino; que, paulatina, pero penetrante y profundamente, iba invadiendo mi pobre y limitado entender con la luminosidad de su divino entender, que me hacía comprender los planes divinos desde todos los tiempos en Dios sobre la Santa Madre Iglesia; mediante la cual, en y por la cual, el Eterno Seyente quería donarse y manifestarse por su Unigénito Hijo Jesucristo en Palabra a los hombres.

Quedando invadida de una terrible verdad que me dejó tan profundamente impresionada cual jamás podré expresar.

Contemplé a Dios, desde el principio de los tiempos, en el momento sin tiempo de concebir la Iglesia en el misterio de su vida y su misión; entendiendo cuál era el auténtico y verdadero sentido del designio divino sobre ella