1. Lectura del Evangelio del Domingo 6 ª semana de tiempo ordinario.
La lepra se le quitó, y quedó limpio.
Lectura del santo Evangelio según san Marcos 1, 40-45
En aquel tiempo, se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas:
«Si quieres, puedes limpiarme».
Compadecido, extendió la mano y lo tocó, diciendo:
«Quiero: queda limpio».
La lepra se le quitó inmediatamente, y quedó limpio.
Él lo despidió, encargándole severamente:
«No se lo digas a nadie; pero, para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés, para que les sirva de testimonio»,
Pero, cuando se fue, empezó a pregonar bien alto y a divulgar el hecho, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo, se quedaba fuera, en lugares solitarios; y aun así acudían a él de todas partes.
Palabra del Señor.
2. Lectura de la Madre Trinidad
«Yo tengo Fe»
Luz en la noche. Opúsculo 17. pp 3-62
Yo tengo fe… Y creo en el único Dios verdadero, el que se es en sí, por sí y para sí su misma subsistencia eterna y suficiencia infinita; y en su unigénito Hijo Jesucristo, su enviado, el Ungido de Yahvé, el esperado de las naciones, el prometido a nuestros santos Padres y el ansiado por los Profetas; «Dios de Dios, Luz de Luz», de la misma sustancia y naturaleza del Padre y del Espíritu Santo.
Y por ello, puedo decir con el Apóstol San Pablo: «Estoy crucificado con Cristo: vivo yo, pero no soy yo, es Cristo quien vive en mí; vivo de la fe en el Hijo de Dios, que me amó hasta entregarse por mí»
Yo tengo fe… Y «creo en el Espíritu Santo, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria»