«Este mundo puede ser diferente si en él nosotros metemos esta vida que nos entrega Jesucristo Nuestro Señor». Así lo ha subrayado el cardenal Carlos Osoro este domingo, solemnidad del Corpus Christi y Día de Caridad, en la catedral de Santa María la Real de la Almudena.
El arzobispo de Madrid ha incidido en que el Señor ofrece «un camino de vida para todos los hombres, de construcción de fraternidad», que recorremos «dándonos la mano por Jesucristo, no por ideas», y ha destacado que los cristianos «formamos un mismo cuerpo» con «un proyecto de comunión».
«Jesús está ofreciéndonos una relación íntima con Él que nos va a llevar a la vida plena», ha abundado, y al «comer su carne» hay que «asumir sus actitudes» y «ser generosos, pacientes, comprensivos, comprometidos» como Él.
Con la vista puesta en rostros concretos como las familias que acuden a Cáritas Diocesana de Madrid, los parados, los migrantes o los ancianos que están solos, el purpurado ha asegurado que la Eucaristía lleva a «acercarnos al que sufre, protestar contra la injusticia, irradiar el amor compasivo de Jesús en nuestra sociedad» y que así «nuestra vida puede ser más libre, más gozosa, más llena de sentido».
«La Eucaristía nos impulsa a entregar nuestra vida, es una fuerza de transformación del mundo», ha aseverado, con un recordatorio a san Manuel González, conocido como el obispo de los sagrarios abandonados.
Procesión y exposición del Santísimo
A la conclusión de la Misa, en la que han concelebrado los obispos auxiliares y los vicarios, ha tenido lugar una procesión por el interior del templo. Ha incluido un gesto de reconocimiento a la importantísima labor de las parroquias y de Cáritas Diocesana de Madrid, con la que se puede colaborar a través de este enlace.
Aunque este año, por las limitaciones del Estado de alarma, no puede haber procesión por las calles, el Santísimo permanece expuesto durante toda la jornada en la catedral para quien quiera acercarse a adorarlo.