1. Lectura del Evangelio del VII Domingo de Pascua. Ascensión del Señor
EVANGELIO
Subió al cielo y se sentó a la derecha de Dios
Conclusión del santo Evangelio según San Marcos 16, 15-20
En aquel tiempo se apareció Jesús a los Once, y les dijo:
-«Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará; el que se resista a creer, será condenado. A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos, y si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos.»
El Señor Jesús, después de hablarles, ascendió al cielo y se sentó a la derecha de Dios.
Ellos se fueron a pregonar el Evangelio por todas partes, y el Señor actuaba con ellos y confirmaba la palabra con los signos que los acompañaban.
2. Lectura de la Madre Trinidad
“El amor puro en el cielo“ La iglesia y su misterio
¡Qué feliz es Dios…! ¡Qué Ser tan dichoso…! ¡Qué alegría tan infinita la de mi Señor…! Todo Él
es contento, en tal infinitud, plenitud y fecundidad de ser contento y dichoso, que Tres se es.
Amor, yo necesito vivir en la Eternidad para ser robada por ti. Mi bienaventuranza esencial consiste en gloriarme en que Tú seas tan feliz, en gozarme en que Tú seas Dios.
¿Cómo serás Tú, cuando toda esta exigencia casi infinita que me abrasa de felicidad, de ser dichosa, de gozarme, quedará saturada y excedida en su necesidad de glorificación, al verte a ti tan feliz, tan dichoso y tan Ser, de forma que mi bienaventuranza consistirá, en su parte esencial, en ser robada por tu felicidad?
Amor, eres tan feliz, ¡tanto…, tanto…, tanto!, que, al contemplarte a ti, yo quedaré eternamente feliz de saber que Tú eres tan dichoso.